Leyendas de Granada

01.02.2022

 La ciudad de Granada guarda un sinfín de leyendas que, junto con los romances, forman parte de la literatura tradicional de la ciudad. En estas leyendas se mezclan anécdotas reales con fantasía. ¿Eres de los que te gusta conocer los enigmas y curiosidades de cada ciudad? Si es así, sigue leyendo y descubre las 5 leyendas más misteriosas de Granada 

1. Leyenda de la Campana de la Vela

Esta es una de esas leyendas que, a día de hoy, sigue viva. Cada 2 de enero en la Alhambra, se celebra el Día de la Toma en el que se conmemora el día en que los Reyes Católicos obtuvieron las llaves de la ciudad de Granada.

Según cuenta la leyenda y la tradición, la muchacha soltera que toque la Campana más alta de la Torre de la Vela, ese mismo año, encontrará marido y se casarán.

2. Leyenda de la Puerta de la Justicia

La Puerta de la Justicia es una de las cuatro puertas que dan entrada al recinto palaciego de la Alhambra. Cuenta la leyenda que tan recia y dura era la construcción de la Alhambra que, aún recibiendo el ataque de mil ejércitos enemigos, jamás caería abajo. Se decía que, el día que que llave del arco interior de la Puerta de la Justicia y la mano de su arco exterior se uniesen, la Alhambra caería porque el fin del mundo habría llegado.

Además, la leyenda decía que ningún caballero, montado a caballo con su lanza, podría tocar con la punta de ésta la mano que está esculpida en lo alto del arco exterior. Se decía que aquel caballero que fue capaz de hacerlo, conquistaría el trono de la Alhambra.

3. Leyenda de la Fuente del amor eterno

Esta leyenda cuenta la historia de amor entre la joven granadina Elvira Padilla y el napolitano Gaspar de Facco. Elvira poseía en su casa una hermosa fuente de mármol blanco, ella pasaba horas y horas junto a ella deseando encontrar el verdadero amor. Una tarde, mientras la joven paseaba por el mercado, se encontró con la bella mirada de un joven napolitano que resultó haber venido a Granada para tratar algunos asuntos económicos. Ambos quedaron prendados el uno del otro. El italiano no dudó ni un instante en ir a ver al padre de la joven para pedir su mano.

Cuando el padre Don Luis Padilla y Miota supo la intención del joven, montó en cólera. Gaspar no quería perder a su hermosa dama y mediante una ama de llaves de Elvira, consiguió entregarle unas cartas de amor. En una de ellas le pedía a la joven reencontrarse a escondidas en su fuente de amor.

Los jóvenes escaparon hacia Motril para coger el barco que les llevaría a Nápoles y poder comenzar una vida juntos. En el camino, fueron apresados por los contactos del padre de Elvira. El destino de Gaspar fue la muerte y a Elvira la llevaron a su casa en Granada. Su padre ordenó que pasara el resto de sus días en el convento de las Comendadoras de Santiago. La joven le pidió a su padre un último deseo antes de ingresar en el convento, pasar unas horas junto a su fuente.

Ya en el patio, Elvira se sentó junto a su fuente y comenzó a recordar todos los momentos que había pasado junto a su amado. La joven comenzó a llorar amargamente y cayó desmayada en el suelo junto a la fuente. Cuando su madre acudió al patio, vio a Elvira tendida en el suelo y la fuente llena de las más hermosas flores de la ciudad.

Cuando los padres murieron, al no dejar descendencia, la casa, el patio y la fuente quedaron abandonadas y todas las parejas de enamorados, que conocían la leyenda, entraban a la fuente para jurarse allí amor eterno y como sello de su amor, arrojaban flores. La fuente de la leyenda se localiza en el patio del Palacio de los Córdova.

4. Leyenda El suspiro del Moro

Cuenta la leyenda que allá por el año 1492, Boabdil, el último rey de los moros, se rindió en Granada sin luchar contra los Reyes Católicos. Cuando el Rey Fernando y la Reina Isabel de España consiguieron la llave de la ciudad, el rey moro y su séquito fueron desterrados de Granada. Los Reyes Católicos exiliaron a Boabdil e izaron la bandera de la España cristiana sobre la Alhambra. Como territorio de exilio se les cedió una pequeña parte del monte de las Alpujarras.

Camino a su destierro, Boabdil no se atrevía ni a girar la cabeza para mirar hacia Granada. Una vez que estuvo lejos, se paro en la colina conocida como «El Suspiro del Moro» y miró hacia la bella ciudad que acababa de perder. Suspiró y rompió a llorar. Su madre, Ayesha, llena de rabia y enfadada por lo que había hecho su hijo, le dijo un refrán muy conocido actualmente: «Llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre»..

5. Leyenda del Patio de los Leones

Cuenta la leyenda que hubo una vez, una princesa árabe llamada Zaira. Era bella, buena, sensible y muy inteligente, todo lo contrario que su padre, el rey, que era cruel, despiadado y frío. La princesa y el rey viajaron hasta Granada y se alojaron en la Alhambra. Zaira estaba encantada, se sentía como en un sueño ya que su país le parecía un infierno. Su padre siempre quería mantener aislada a Zaira y le prohibía salir a la calle, lo único que le acompañaba era un talismán que le regaló su madre antes de morir.

La princesa encontró dentro de la Alhambra un precioso patio muy iluminado donde solía pasar la mayor parte del tiempo. Un día, un atrevido muchacho decidió saltar la valla para declararle su amor a la princesa ya que le había visto desde fuera y quedó maravillado. Ella le insistió para que se fuera ya que si su padre se enteraba o le veía, no dudaría en cortarle la cabeza. El muchacho, de nombre Arturo, se fue con la promesa de volver.

El día en el que Arturo volvió, el rey le vio, lo encerró y le condenó a morir. La joven muy entristecida entró a la alcoba de su padre para suplicarle clemencia, al entrar se encontró con el diario del rey, pensó que no debía leerlo pero finalmente decidió abrirlo. Para su sorpresa, en una de las páginas encontró lo siguiente: «Ya he matado al rey y a la reina y me he apoderado de Zaira. Gracias a mis 11 hombres he conseguido ocupar el trono y ser el rey. Ahora Zaira pensará que soy su padre. Espero que la princesa nunca se entere del maleficio de su talismán.»

La joven enfurecida y dolida llamó al rey y a sus 11 hombres en el patio, llorando, les preguntó si aquello que había leído era verdad. El rey, tranquilo de estar rodeado de sus 11 hombres le dijo que era verdad. En ese mismo momento, el talismán se activó ya que la joven supo la verdad. El talismán convirtió al rey y a sus 11 hombres en leones de piedra ya que en ese instante, la princesa, sentía la rabia de un león.

Por ese motivo y desde aquel momento, a ese patio se le llama «El Patio de los Leones» la fuente que se encuentra en el centro del patio tiene 12 leones de piedra a su alrededor que corresponden al rey y a los 11 hombres. La princesa Zaira rescató a su amado Arturo y fueron felices. para siempre.

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¿Cuál es la leyenda de Granada que te ha parecido más interesante?, ¿por qué?. Representa en un dibujo la que te haya gustado más. 

La madriguera de los fabuladores-Blog de lengua y literatura.
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